Puede ser difícil de creer, pero hace poco más de un siglo, el aluminio era un metal muy preciado y extremadamente costoso. Tanto es así que llegaba a equipararse con la plata. Con el paso del tiempo, el aluminio ha dejado atrás esta etiqueta de exclusividad para ganar popularidad hasta convertirse en uno de los materiales más usados, siendo el segundo metal más consumido en el mundo, tan solo superado por el acero. Los desarrollos en la industria del automóvil, el rápido crecimiento de las ciudades con necesidades comerciales y sociales cada vez más cambiantes y exigentes y los nuevos usos del aluminio como sustituto del cobre en la industria energética hacen del aluminio un elemento estructural clave del siglo XXI. Y se espera que en las próximas décadas la demanda de aluminio siga creciendo a ritmos imparables. Pero ¿cómo afecta esto al precio del aluminio?.
Aunque una mayor demanda de un material como el aluminio suele traducirse en una democratización de precios, los efectos de la pandemia y otras crisis geoestratégicas han hecho encarecer recientemente el coste del aluminio.
Las claves de la subida de precio
Para explicar el incremento exponencial en el precio del aluminio hay que mirar a China, que desde el inicio de la pandemia ha bajado la producción.
Si tenemos en cuenta que China es el principal productor de aluminio del mundo (produce la mitad del aluminio que se consume en el planeta), cualquier reducción de su volumen de producción hace que la oferta de dicho material baje. Este hecho sumado al aumento progresivo de la demanda de aluminio en los últimos tiempos ha generado una inevitable subida de precios. Además, a la bajada en la producción de aluminio, hay que sumarle la creciente preocupación por la nueva política climática de China, que se enfoca en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y esto afecta inevitablemente a la manera como el gigante asiático produce y refina el metal.
Otro factor que se une en la ecuación es el incremento en el precio de las energías, especialmente de energías como el gas natural que se usa para fundir el aluminio que se consume en Europa. Los elevados precios en la energía también acaban por repercutir no solo en la producción del aluminio sino también en su suministro y distribución.
Consecuencias de la crisis de materias primas
Como es inevitable, pues, la subida del precio del aluminio acaba afectando también al precio de los artículos que se derivan de este, como son los automóviles, las latas de refresco y otros elementos de uso diario como son las ventanas, persianas y estanterías.
Pero a pesar de lo mucho que se habla del incremento de precios del aluminio, también suben otros artículos metálicos, como un grifo de latón.
No solo sube el aluminio
Como está pasado con el aluminio, debido a la reactivación de la economía y el incremento generalizado en los costes energéticos, el precio de otras materias primas industriales está aumentando.
Así pues, metales como el cobre y el hierro han subido de precio respecto al año anterior y se mantienen muy por encima del precio que tenían en los años anteriores a la pandemia.
La ventaja del aluminio
Cabe recordar que el aluminio sigue siendo la opción más sostenible económicamente frente a otras materias primas, debido principalmente a su durabilidad y su potencial reciclable. A diferencia de lo que sucede con otras materias primas como la madera, el aluminio tiene un ciclo de vida infinito ya que puede ser reciclado tantas veces como se desee con una eficiencia del 100%. Dicho de otra forma, ninguna de las cualidades naturales del aluminio se pierde en el proceso de reciclaje. Instalaciones de aluminio como las diseñadas por ALUSYSTEM se convierten, por tanto, en opciones a considerar si se quiere diseñar una tienda lo más sostenible posible. Gracias también a su alta resistencia a la corrosión, el aluminio se convierte en un material con una durabilidad excepcional sin necesidad de mantenimiento ni reparaciones de los sistemas de instalación.
Así pues, y a pesar de los recientes cambios en el precio de las materias primas, la durabilidad y resistencia del aluminio aseguran que sus productos sean altamente rentables y económicamente eficientes, comparado con otros artículos fabricados a partir de otras materias primas.